Mencioné en el post anterior que esta iba a ser una campaña larga y repleta
de acciones navales, así que hará falta un poco de paciencia para verlo todo.
Finales
de agosto 1942.
Los
japoneses organizan un convoy para llevar refuerzos a la isla y lo apoyan con una
flota de portaaviones. Los americanos envían los suyos para interceptarlos y en
la batalla subsiguiente la flota imperial pierde un portaaviones, un crucero,
un destructor y un transporte de tropas, y a cambio sólo dañan a
un portaaviones norteamericano. El convoy ha de dar media vuelta.
Hay que
tener en cuenta que en cualquier batalla naval que se diera en los alrededores
los Estadounidenses contaban con una gran ventaja: El aeropuerto estaba en sus
manos, lo que equivalía a tener un portaaviones permanente e insumergible.
A partir de entonces los nipones enviaron casi
siempre sus refuerzos y suministros a
través de transportes rápidos y destructores. De esa forma podían llegar de
noche, descargar todo lo necesario y alejarse lo necesario
antes de que amaneciese para que los aviones enemigos no pudieran atacarles. Este sistema fue bautizado por los aliados como Tokio Express.
Septiembre
de 1942.
Cuando
los japoneses consiguen reunir en la isla efectivos equivalentes a una brigada (3000
hombres), lanzan otro ataque contra la base americana, de nuevo con asaltos
frontales nocturnos y de nuevo con idénticos resultados: perecen casi todos sin lograr nada.
En la guerra naval un
portaaviones de los Estados Unidos es hundido por un submarino japonés cuando daba
cobertura a un convoy de refuerzos.
El portaaviones Wasp tras ser torpedeado.
El portaaviones Wasp tras ser torpedeado.
Octubre de 1942.
Los marines
amplían su perímetro defensivo tras desalojar a los nipones del río Matanikau.
Los
japoneses envían una flota para bombardear de noche la base de Henderson field,
pero son interceptados y pierden un crucero y varios
destructores a cambio de un solo destructor estadounidense.
Días más
tarde mandan otra expedición a intentarlo y esta sí consigue el objetivo. Sus acorazados y cruceros bombardean la base durante más de una hora y le provocan graves
daños. No obstante, los marines se las ingenian para tener el
aeropuerto operativo a las pocas horas.
A
finales de mes los japoneses consideraron que ya habían reunido suficientes
tropas como para intentar otro asalto a Henderson Field. Esta vez con efectivos
equivalentes a una división, efectuan unos ataques frontales nocturnos que terminan como siempre: Pierden más de dos mil soldados sin apenas causar bajas entre los marines.
Coincidiendo
con la ofensiva terrestre, los nipones lanzan una flota a intentar neutralizar a
los barcos americanos que se encuentran en la zona. La consecuencia fue que Japón
acabó con tres de sus portaaviones dañados (más un crucero hundido) y a cambio los Estados
Unidos perdieron un portaaviones y otro resultó dañado.
Y todavía faltan tres meses de campaña .
Y todavía faltan tres meses de campaña .
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