sábado, 12 de febrero de 2011

Michelle Navarra, "El Padrino".

Se le conocía con el sobrenombre del "Padre Nuestro" y ejerció su dominio desde el pueblo de Corleone, en Sicilia. No es casualidad que al personaje de de la novela de Mario Puzzo le llamaran "Padrino" y que se apellidara Corleone, pues parece basado en Michelle Navarra.

Como en la película, ejercía su dominio del pueblo a través de una combinación de fuerza contra los que se le oponían y benevolencia con quienes se le sometían, de tal modo que todos acabaron debiendole favores. Era, efectivamente, el padrino de muchos niños del pueblo y la gente de la calle se paraba a presentarle sus respetos y besarle el anillo.

En realidad su oficio era el de médico y no dejó de ejercer su profesión pese a los grandes ingresos que conseguía del crimen. Una fuente de los favores que se le debían era por tratar a los pobres sin cobrar nada e incluso por derivarlos a hospitales caros corriendo él con los gastos. Eso sí, tal cosa no le impidió ordenar la muerte de quien hiciese falta, o incluso hacerlo él mismo mediante una inyección letal. De 1944 a 1948 ordenó la muerte de 153 personas.

Su cara más oscura era su obsesión por acumular cargos de todo tipo y estaba dispuesto a cualquier cosa con tal de conseguirlos. Por poner un ejemplo, fue capaz de ordenar el asesinato de un director de un hospital para poder aspirar a su cargo. Llegó a ser presidente de la asociación de terratenientes, asesor del plan nacional de seguros médicos, asesor de los ferrocarriles estatales, presidente de un centro contra la tuberculosis, etc.

(Extraído de "Los últimos Mafiosos", de Jhon Follain)

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